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Quién es ASERSOC

La Asociación Empresarial de Servicios Sociales y Culturales de Aragón, AESERSOC, creada en 2006, reúne en estos momentos a más de 20 empresas relacionadas con la creación, coordinación y gestión de actividades de educación no formal, ocio educativo y animación sociocultural de un total aproximado de 85 empresas trabajando en este sector en Aragón; contando con representación en las tres provincias y con una marcada representación en pequeñas poblaciones y entornos rurales de nuestra comunidad autónoma. Entre nuestros afiliados se encuentran empresas de servicios educativos al medio escolar, albergues juveniles y otras instalaciones que trabajan con infancia y juventud, educadores ambientales, empresas promotoras de actividades complementarias y granjas escuelas.

AESERSOC tiene una dimensión nacional, formando parte de FOESC (Federación Estatal de Organizaciones Empresariales de Ocio Educativo y Socio-Cultural), siendo su presidente, miembro de la Junta Directiva. En este marco y en calidad de agente social, AESERSOC es uno de los artífices del “I, II y III Convenio Colectivo Marco Estatal de Ocio Educativo y Animación Sociocultural” junto con las patronales andaluza, madrileña, catalana, vasca y valenciana del Sector.

En Aragón, este sector empresarial genera más de 1.200 puestos de trabajo, cifra que se incrementa en temporadas de mayor actividad, y da respuesta con sus programas, actividades y proyectos a más de 30.000 niños y jóvenes; realizando una importante labor educativa y social en la que tanto familias, como centros educativos, AMPAS y departamentos de la administración depositan, día a día su confianza.

 

No sólo campamentos

Sus actividades no son solo campamentos y colonias de verano, quizás lo más vistoso y conocido, sino que son parte importante de la vida de los centros escolares, de su alumnado y de toda la Comunidad Educativa. La animación sociocultural y el ocio educativo, base de su quehacer, inciden en el crecimiento personal de los niños y jóvenes, en su socialización, en la adquisición de autonomía personal, desarrollo de habilidades sociales, destrezas y otros aprendizajes fuera del aula, que complementan a la educación curricular. Son parte de una labor social que, además, en la inmensa mayoría de las empresas a las que representan, se realizan en el medio natural y al aire libre; el espacio aconsejado y más seguro.

 

Estado de alarma

La declaración del Estado de alarma el pasado 14 de marzo de 2020 cortó de raíz la inmensa mayoría de las acciones y actividades contratadas o previstas. Tuvieron un escaso periodo estival que permitió las actividades de verano, de poco más de 3 semanas, antes de la segunda ola de Aragón y cuyo mayor logro para nosotros fue poder probar y demostrar que los protocolos trabajados para realizar actividades de verano funcionaron y fueron eficaces; con escasos o nulos contagiados en campamentos y colonias.

 

Incidencia en el ámbito escolar

El curso comenzó en los Centros educativos con estrictos protocolos, tanto como los suyos, pero esto no se tradujo en la reanudación de sus actividades; la evolución de la pandemia, las restricciones de movilidad y los cierres perimetrales tampoco lo han facilitado.

En este frenazo en seco sus empresas han reducido su actividad en un 90 % de media, lo que significa que muchas empresas no han retomada su actividad y ha dejado sin actividades a más de 27.000 niños y jóvenes y reduciendo en más de un 70% la actividad de sus trabajadores-algunos en ERTE, otros sin posibilidad de ser contratados- con un incremento de la precariedad laboral al reducirse horarios, jornadas y , por tanto, remuneración.

 

Situación desesperada

Además, las empresas, acogidas o no a un ERTE, cuyas condiciones difieren en función del CNAE de la empresa, están soportando, con escasos o nulos ingresos, grandes pérdidas derivadas del mantenimiento de los gastos fijos de una actividad empresarial, de los créditos adquiridos al inicio del estado de alarma y de los gastos derivados del mantenimiento de la plantilla en ERTE, cuando estos no son bonificados por la Seguridad Social. Cuantificar la totalidad es complejo, pero podría rondar los 4 millones de euros.

El parón significa también el parón o reducción de trabajo de las empresas que rodean su actividad económica; empresas de transporte, albergues, hoteles, estaciones de esquí, agencias de viaje, empresas de turismo activo, comercios de alimentación, suministros y otros sectores del entorno -rural habitualmente- en el que se realizan las actividades, que en ejercicios anteriores se han cuantificado, sólo en actividades de campamentos de verano de hasta 8 millones de euros la mayor parte de los mismos en los territorios del Aragón rural en muchos casos de la España vaciada.

Desde marzo han estado trabajando para recuperar su actividad a través de diversos cauces:

  • Han diseñado y contrastado con las autoridades, protocolos para todas las actividades que realizan, en coordinación con los alojamientos, transportes, etc.
  • Desde el levantamiento del Estado de Alarma y con la Nueva Normalidad, en mayo de 2020 iniciaron negociaciones con los departamentos de Sanidad y Educación, junto con el Instituto Aragonés de la Juventud sin recibir respuestas concretas.
  • Promovieron la creación de una mesa de trabajo de la mano del Instituto Aragonés de la Juventud, en la que se quiere incorporar a los departamentos implicados, Sanidad y Educación, además de otras instituciones afectadas como las familias y los Albergues Juveniles, con el fin de generar fórmulas que permitan realizar las de primavera y verano 2021.
  • Han interactuado con distintos agentes implicados de la Comunidad educativa, AEDIPA, FAPAR y CECAPA, haciéndoles ver su situación y la necesidad de reactivar la actividad.
  • Han conseguido el apoyo del Consejo Escolar de Aragón.
  • Han demostrado, con las actividades de verano y el resto de iniciativas que han podido poner en marcha, que pueden realizar actividades seguras con éxito. Campamentos, servicios de madrugadores, etc.

Pero a pesar de los esfuerzos invertidos, siguen sin contar sin respuestas concretas por parte de Sanidad y Educación acerca de cuáles van a ser las condiciones de realización de las actividades a corto plazo para poder reactivar el sector, y reactivar la economía de las zonas rurales que tanto dependen de estas actividades.

En estos momentos AESERSOC demanda su derecho a trabajar, siempre bajo las condiciones que impone la situación epidemiológica, siendo rigurosos en las medidas que se han establecido y un clima de colaboración con las instituciones que ahora mismo los tienen desamparados.

 

Necesidad de respuesta

Necesitan que las instituciones públicas consideren sus solicitudes para poder realizar unas actividades que son seguras, respetuosas con los protocolos sanitarios y que además se ocupan de una parte tan importante del desarrollo, físico, emocional, intelectual, social y moral de niños y jóvenes que es fundamental en la situación en la que nos encontramos.

AESERSOC pide que se considere la educación no formal, las actividades complementarias y el ocio educativo como una actividad esencial para la sociedad, equiparable a lo que se considera a la educación formal, a la que ha quedado demostrado que complementan.

 

Soluciones económicas

Por último AESERSOC considera fundamental que se atienda su demanda ya expresada al departamento de Economía del Gobierno de Aragón en semanas pasadas, cuantificadas en más de 4 millones de euros, para poder acceder a ayudas económicas dirigidas a nuestro castigado sector, para poder subsistir y no perecer asfixiados.

Las empresas de ocio educativo y animación sociocultural, un año parados y al borde de la quiebra
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